28 marzo 2015

Cómo sobrevivir al MIR - parte I (construcción y destrucción)

Si acabas de hacer el MIR y no has muerto en el intento, ¡¡enhorabuena!!
Acordaremos que esta prueba es la más perversa atrocidad que se le podía ocurrir al sistema sanitario español para el reparto de sus plazas. Por qué no podemos ser como otros países que nunca han oído hablar del MIR ni nada parecido, en los que puedes ser lo que quieras a la primera y sin un año de estudio de por medio. Nos ahorraríamos un chorrazo de café, otro tanto de somníferos, papel higiénico y la posterior psicoterapia (que a mi entender debería incluirse en el paquete de preparación MIR que ofrecen las academias). Pero en este país no es así; hacemos lo que podemos con lo que tenemos. O más bien "hacemos lo que nos dejan", porque eso de coger tu plaza soñada (a la primera) suena a cursilada. 
Claramente estos renglones no van dirigidos a los que el próximo abril podrán tomar su plaza soñada. Me refiero a todos aquellos que no lo harán. Como ya sabes, yo sólo hablo de lo que conozco y a eso me dedico en este blog. De esto te das cuenta con el tiempo, cuando te quedan más o menos 3-4 meses para hacer el examen, cuando estás tan metido en el fango que no sabes si es mejor intentar retroceder para salir del lodo o from lost to the river

Me parece que no me equivoco al pensar que no son pocos los casos de gente que, tanto si coge plaza el mes que viene como si no, va a tener que despedirse de su primera (tal vez única) opción. Pero claro nadie cuenta esta versión de la historia porque es mejor un éxito completo que un logro a medias. Esto produce un sesgo bestial porque al preguntar en el hospi, los otros residentes te cuentan cómo les fue a ellos y si están ahí, es porque les fue bien. Por favor médicos del futuro, rechacen esta versión del mundo. La realidad es que no sólo depende de cuanto estudies sino de otros muchos factores, tu resultado final en esta gran prueba. 


¿Qué pasa con los que no encuentran al genio al frotar la lámpara? Pues hay varios caminos posibles. Los más fuertes se recompondrán física y mentalmente a tiempo para jugar un nuevo round este año. Otros aún andarán en el limbo de preguntas más existenciales (¿ser o no ser?, ¿MIR o no MIR?). Otros tantos habrán lanzado por la borda las primeras opciones (y quién sabe si las segundas y terceras y cuartas...).

¿Qué pasará con todos ellos? Es fácil, al llegar el próximo mes el que no se haya escondido, tiempo habrá tenido. Sí, incluso si te has comprado un pasaje tan caro como para atravesar medio mundo y tomarte una cola light en Australia, estás visitando el Machu-Pichu y no tienes cobertura (pero sí palo de selfies) o si estás en Dubai ciego de alcohol y otras sustancias. Se espera de todos que seamos lo suficientemente maduros y consecuentes para decidir nuestro futuro para los próximos 4-5 años. 

Me parece que no tiene lugar echar en cara nada del estilo "haber estudiado más" o burradas semejantes. No nos hagamos esto, somos ante todo profesionales. El MIR es un filtro por el que hay que pasar para "hacer cola" sin posibilidad de que nadie se cuele como te pasa en la charcutería si no estás atento. El número para mí siempre fue de lo más irrelevante, sé que muchos comparten mi postura. Un número no me define ni ha venido a demostrar con certeza la proporción de mi esfuerzo -tal como nos aseguraron en las academias que pasaría. 

Durante la preparación MIR, todo ese largo y cansado y difícil camino uno va construyendo sus ilusiones en el aire. Al principio son castillos, al final tiran más a una chabola que otra cosa. En la fase de máximo emparanoiamiento empiezas a vivir en ellos; eso ocurre allá por noviembre (al empezar la tercera vuelta). Habitas tus propios delirios, allí estudias, piensas que vas a subir netas en cualquier momento y en tu tiempo libre... ah no, espera, que no tienes. Sigues trabajando y ves tu evolución subir y bajar sin tener ninguna idea de cómo diablos te va a salir el examen. Nada, aquello es una nebulosa gris.  



En mi caso particular había rechazado cualquier idea de fijarme un objetivo concreto. Desde el principio mi postura fue siempre la misma: "yo voy a esforzarme al máximo, lo haré lo mejor que pueda y me presentaré al examen; ya cuando tenga mi número veré qué puedo hacer con él y cuáles son mis posibilidades". Una manera muy linda de intentar quitarme presión de encima, pero ineficaz.

La realidad es que al acostarte cada noche sólo buscas en tu mente la manera de hacer +1 en tus netas y en tu primera, segunda y tercera opción de especialidad y hospital. Francamente, una (inevitable) estupidez. En mi academia no se cansaban de tratar de quitarnos de la cabeza toda idea de elecciones hasta que llegue el momento adecuado, nos instan a estudiar sin ocupar la cabeza en nada más. Pero la verdad es que la gente te pregunta, tus compañeros de piso, tu casera, tu abuela, tu dentista, el charcutero y hasta tú mismo te cuestionas cuáles serán tus preferencias. Así empiezas a dar forma a esos castillos, a tus propias ilusiones. 

Luego llega el día del examen. Haces tu MIR, sólo un intento.
Y el bombazo no tiene piedad, destruye tus castillitos y chabolas. 

2 comentarios:

  1. Impresionante entrada...
    Tengo el mismo sentimiento. Comparto cada una de tus palabras.
    Mi puesto no me define. No permito definirme con un número.
    Mi objetivo era el mismo. Y también con la idea de quitarme presión. También... conociendo mis gustos, estaba más relajada, pero no por ello estudiaba un segundo menos, ni por ello me esforcé menos.
    Si tuviera que volver al principio... seguramente lo haría mejor (la preparación... el MIR no lo sé, es un día en el que se pueden destruir las chabolas o construir el Taj Mahal de la nada...). Seguramente lo haría mejor... pero sería imposible que le dedicase más de lo que le dediqué. Cada día (a excepción de los domingos y no todos fueron días libres) desde finales de junio hasta el 30 de enero a las 17:00... Unos días con buen ánimo... otros por los suelos...
    Viendo como las netas se estancan... hagas lo que hagas.

    Me alegro de que exista el MIR... porque no me gusta el enchufismo de los países en los que no existe... Pero de ahí a que sea justo... hay un buen trecho =)

    En las últimas semanas... mi única motivación para seguir era la de... "Salga como salga... que nadie diga que no lo di todo..." Y me creo que así como yo lo cuento, se presentaron miles de personas el 31 de enero... Y a ninguno se me ocurriría decirle "haber estudiado más..." como si miles de personas hubiéramos hecho mucho más que estudiar en estos meses en los que soy incapaz de situar en el tiempo cuándo pasó lo de los aviones de Malasia, cuándo fue lo del ébola o cuándo lo de las tarjetas black...

    En unos meses en los que lo único que sé, es que he dado dos vueltas a los capítulos de los simpson mientras comía e intentaba dejar la mente en blanco por unos minutos...

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    1. Yo también comparto mucho de lo que dices: aunque volviera al principio no podría dedicarle más tiempo o mejor rendimiento, he pasado estos últimos meses dedicada por completo a este examen y repetirlo es algo que no me planteo salvo que fuera mi única alternativa. Llegó un punto en que lo único que quería era salir del mundo emir y gracias a los cielos, ya falta poco. Me ha costado reconocer todo esto y tenerlo tan claro en mi mente como para escribirlo. Gracias por tu valoración y compartir tu experiencia conmigo y todos tus lectores. PD: nosotros también dimos esas dos vueltas a los capítulos de los simpson mientras comíamos, jajajaja! Un abrazo doctora!!! ;-) que la fuerza nos acompañe!

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