Mostrando entradas con la etiqueta texto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta texto. Mostrar todas las entradas

07 mayo 2012

Así es tu jardín (I)

 

Todavía no sé muy bien cómo encajar una sección de Jardinería en este blog. Tampoco estoy segura de que a los lectores les pueda interesar, ni siquiera importar. Pero ver crecer una planta es una experiencia que ha sido significativa en mi vida y por eso forma parte de este rollo. Supongo que lo mismo me dirán los que han visto crecer a su perro desde que era un cachorro con la diferencia de que a mí no me baban, ni me muerden ni me ladran y encima las flores contribuyen con algo de color y buen olor (cuanta rima...). No hay ningún símil metafísico. Es sólo que me parece muy gratificante ver crecer y florecer algo que cuidas día a día, que tiene un color bonito y huele bien. No sólo es divertido lo que aprendes sino también la motivación de viene detrás de eso y así he acabado sacando libros de jardinería de la biblioteca pública (con mi carnet recién estrenado, ueeee).  
***

Truco: Hojas limpias

"Para salvaguardar la salud y la estética de las plantas de follaje es imprescindible mantener una cuidadosa higiene de las hojas. Además de pulverizarlas con agua, hay que quitar las hojas secas y eliminar el polvo que se acumula en el resto. Para limpiarlas se puede usar una esponja impregnada en cerveza; se pasa sobre las hojas con cuidado y luego se secan una a una con un paño limpio".

Sí, sí... cerveza. Tenía cara escéptica cuando mojé un algodón en lo que me sobró de la cerveza que había tomado a mediodía. ¿Objetivo? Las hojas de mis orquídeas. No me gusta experimentar con ellas pero desde hacía tiempo tenían unas marcas que debían venir del agua pulverizada que uso para regarlas. Pasé el algodón empapado por todas la superficie de las hojas. Lo que ocurrió al instante fue que empezó a haber un fuerte olor a cerveza en mi cuarto. Lo siguiente fue que miré el fondo del vaso y me planteé beberme lo que había dejado pero voilà! Las primeras hojas se habían secado y efectivamente se les habían ido aquellas marcas. Han pasado 24 horas y no ha habido ningún cambio, las hojas han quedado perfectamente limpias.

¡Feliz Lunes!

02 febrero 2012

Algo para pensar


"Yo me amo es solo una parte, muy importante, en la construcción del Buen Amor. Su potencialidad trasciende cuando puedo decir también Yo amo a. La primera persona es condición del Buen Amor solo cuando se convierte en la raíz desde la cual puedo elevarme sólido, firme e identificado para acudir al encuentro con el Otro; cuando soy capaz de incluirme, sin extraviarme, en el nosotros."
Texto adaptado de Las condiciones del Buen Amor, Sergio Sinay (Nuevo Extremo).


No sabes cuánto me gustaría poder decir que una genialidad como esta es cosa mía. Dar con un coetáneo iluminado no es tarea fácil y a veces, por querer uno buscar alguna respuesta más allá de las disponibles puede caer en las trampas del pasado, de Nietzsche o cualquier ensayista con papel y pluma. Pero no le des muchas vueltas al texto... dice lo que lees y transmite lo que piensas. Entre tú y yo, si lo he puesto aquí es porque quería que tú te encontraras con él igual que lo hice yo, por casualidad.

¡Feliz día!

06 noviembre 2011

Benedicto dice

"(...) En un mundo caracterizado por el relativismo, y que con demasiada frecuencia excluye la trascendencia de la universalidad de la razón (...)".
Benedicto XVI, 25 Septiembre 2006

       Parte de mis tareas de hermana mayor a veces incluyen ayudar a mis hermanas cuando tienen problemillas con sus propias tareas de fin de semana. Si ellas supieran lo diferente que se ve todo cuando nos hacemos mayores, el doble de fácil y la mitad de complicado, excepto cuando las dudas son problemas de física. Por eso, cuando ayer vino a preguntarme mi hermana V. acerca del significado de un texto de religión sólo dije "A ver, cuéntame" a pesar de que en mi cabeza la palabra Religión sonaba como al pasar una uña por una pizarra... chirriante y molesto.

       Era sencillo, no entendía esta frase del texto (normal, ni yo casi lo entiendo y ella está en 2º ESO). 

     Para empezar creía que había demasiado peso en las palabras relativismo, trascendencia, universalidad y razón como para ser sostenidas en dos renglones. Miré a la palabra razón y al momento se reactivaron en mi cabeza todas aquellas clases de filosofía que había tenido; ver esta palabra en este contexto me pareció una auténtica incongruencia. Luego miré a mi hermana y me pregunté cómo demonios (perdón) podía explircárselo a ella. Opté por contarle antes que nada lo que era el relativismo...

"El relativismo dice que no hay valores absolutos, todo lo que tú creas dependerá de cómo seas tú y tus circunstancias. Por ejemplo, lo que es bueno para mí puede no serlo para tí simplemente porque tu experiencia ha hecho que opines así. ¿Lo entiendes?"

"Bueno..."

"A ver, cada persona es diferente a los demás en todo porque cada uno tiene una vida distinta, unas experiencias distintas y les ocurren cosas distintas. Por esto cada uno cree que ciertas cosas son buenas y otras son malas... por su propia opinión. El Papa dice que en el mundo la mayoría de las personas tienen unos valores diferentes, ¿no?"

"¡Ah! Pero claro, es que todos tenemos opiniones diferentes..."

"Vale. Además, él opina que la gente no valora la universalidad de la razón, es decir, que la gente no cree importante tener unos valores universales. Y es verdad. Porque no todos tenemos las mismas opiniones acerca de las cosas".

"Chos, ¿te imaginas?"

"Pues de eso trata la Religión, de que debe haber unos valores iguales para todo el mundo; que las mismas cosas que son buenas para tí lo son para todos, que todos amemos lo mismo, que creamos que son malas las mismas cosas..."

"¿Pero cómo va a ser eso?"

"Sí, eso me pregunto yo...

       Eso me pregunto yo. El texto continuaba hablando sobre la relación entre las diferentes culturas pero yo evitaba a toda costa saltar al siguiente párrafo evitando así seguir leyendo aquello. Me dí por satisfecha cuando mi hermana me dijo que ya lo entendía y se marchó con su libro. No sé si por no molestarme o porque vio mi bien expresiva cara de incómodo inconformismo frente al texto y la fotito de aquel ejercicio pero el caso es que un rato más tarde oí voces desde el pasillo; era mi padre hablando -no con mucho ánimo- sobre lo que era blasfemar y que la Iglesia creía que era malo y blabla: "...es que blasfemar es un pecado, lo dice el primer mandamiento, creo. Búscalo para que veas". No quise intervenir así que sólo me reí mientras pensaba que en verdad era el tercero, creo. 

       Luego quise creer que había sido imparcial al hablarle a mi hermana sobre el texto pero entre tú y yo, me da que hay cosas que superan la trascendencia de la imparcialidad, quizá la prevalencia de la verdad y el hecho de acercarla un poco más a la realidad. En fin, otra más que no irá a misa.  

¡Feliz mañana de domingo!