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02 diciembre 2019

Dolores

Aquella mañana se le hizo tarde para echarse su perfume favorito y luego lo lamentó. Con prisas, recogió lo que había dejado preparado sobre la mesa: unas carpetas llenas de informes médicos. Debía llevárselas todas, no sabía si el médico le pediría alguna esta tarde. Iba a ir directamente al salir del trabajo. Otra vez sin comer.

De pasada se fijó en su aspecto en el espejo de la entrada. Tenía los ojos rojos. Sólo pedía una cosa: que no se notara que había estado llorando anoche, durante largo rato, después de que se marchara P. Encima hoy sus compañeros en el trabajo le volverían a preguntar si iba a traerlo a la cena de navidad de la empresa, porque todos iban con sus parejas. Podía mentir y decirles que él trabajaba a turnos y que esa noche le tocaba o que sólo llevaban saliendo 3 meses, que la cosa iba bien entre ellos pero que querían ir despacio. Total, tampoco tenía tanto que celebrar. 

A la vez se preguntaba si el médico le atendería más tarde. "Esa gente siempre lleva retraso" pensó. Igual tenía algo de suerte y le daba tiempo de sacar un sándwich y un café de la máquina antes de ir al centro de salud.

La verdad es que P. había roto con ella anoche y, además, la había bloqueado así que no podía llamarle. De poder hacerlo, le hubiera pedido que la acompañara a la consulta esta tarde. Algo en su interior le decía que el bulto del cuello no era algo bueno. Llevaba demasiado tiempo doliéndole. Salió del portal a todo correr y ni siquiera se dio cuenta de que había empezado a llover y no llevaba paraguas. Se oyó el chasquido al cerrarse la puerta tras ella. Esta vez no olía a perfume de vainilla. 

18 diciembre 2012

My car, oh! so fast




Una gran verdad sobre mí: nunca me cansaré de hacerlo. Ya sea de día o de noche; esté en medio de la ciudad o en el campo; más rápido o más despacio; con las ventanas abiertas o cerradas; con lluvia, viento o sol. Quizá mi error sea confiar demasiado en un buen motor sin importar el chasis, pero cuando circulas a la velocidad que me muevo yo, el color es lo de menos. Me apasiona conducir (rápido). Y esto entre tú y yo no es un spot de BMW. 

17 junio 2012

Así es tu jardín (II)

Hace poco tiempo a mi orquídea empezó a salirle un nuevo brote y éste empezó a dar unas raíces blancas a 12 cm del sustrato. Mi intuición me decía que había que separarlo y replantar pero con esto de los exámenes no había manera de encontrar el hueco para investigar al respecto. Hoy lo he hecho y puedo decir con satisfacción que mi pasión por ver crecer una plantita ha dado su fruto (no flor todavía) al poder obtener 3 nuevos esquejes. Consulté varias páginas y echándole un poco de lógica, me puse manos a la obra. Separé los brotes con sus raíces suavemente, con miedo de cargármelo todo pero al momento resultó y con el mismo sustrato de la planta madre envolví la base de los brotes empapada en agua y fertilizante. El tiempo dirá si lo hice como es debido aunque pinta bastante bien.

Qué bonito regalo de la Vida, dar más vida.
Ojalá todos los asuntos que anudan nuestra existencia fueran tan sencillos, tan lógicos y tan hermosos como esto. Mi pedacito de naturaleza me enseña a esperar y eso es justo lo que hago: esperar resultados, esperar al Verano, esperar a la persona.

04 marzo 2012

18 vestidos

Inciso: A los que tenían dudas sobre mi paradero, les aseguro que sigo con vida. Hace un par de semanas empecé con las prácticas de Oncología Clínica. No es por quejarme pero me han tenido atada a una mesa trabajando más de lo aconsejable. En medio hubo parón por Carnavales y mini-vacaciones. Ahora continúo con las prácticas en Radioterapia mientras trato de llevar al día también esa asignatura pendiente que es la vida. 
***
La graduación de mi hermana E. se acerca.

Y por supuesto es motivo de alegría para todos, sobre todo para ella que despide el colegio después de 14 años para empezar un Bachillerato donde quiera que sea que la acepten. El único inconveniente es que seamos cuatro mujeres en casa, lo cual implica cuatro estilos diferentes, cuatro vestidos diferentes de cuatro colores, a ser posible, diferentes. La primera que solventó el problema fue mi hermana V. la pequeña, luego lo hizo mi madre. Yo tardé un poco más en encontrar el mío porque para variar mi nivel de exigencia era bastante alto. 

 
Estuve buscando en decenas de tiendas el traje perfecto. Caminé muchas horas sin tener una imagen clara de lo que deseaba. Sabía el color que quería y podía imaginar apenas el estilo... pero creo que, esperar que exista algo que tú diseñas a tu manera en tu cabeza, es pedirle demasiado a la vida. Así que bajas el listón y abres la puerta de la oportunidad a lo que encuentras por el camino. Y te pruebas unos cuantos, y muchos cuantos, ¿cómo si no, puedes decir si es lo que andabas buscando? Subes la cremallera, sales del probador, te miras en el espejo y caminas con él puesto. Con algunos te sientes más cómoda que con otros; algunos son mejor partido que otro. Pero, entre tú y yo, si en el fondo confías en que puedes encontrar uno como el que tú quieres, te quitas el vestido y sales de la tienda. Hay más tiendas.   

Soy una persona, a pesar de las apariencias, paciente. Exigente, pero que no pierde la esperanza de encontrar lo que busca. Tardé más que el resto pero lo que cuenta es que, al final, en un perchero lejos de la vista de los demás en una tienda de una calle poco transitada, encontré mi vestido. Y era tal como lo había imaginado y eso lo hacía perfecto.    

14 noviembre 2011

¿Qué llevas puesto hoy?

A veces, ponerte lo primero que encuentras no es recomendable. 
Aunque tengas mucha prisa. Aunque todavía puedan verse en tu cara las marcas de la almohada.

Puedes pillar una mala combinación, sobre todo después de 4 días con todo patas arriba y cubierta por mugre de estudiante de medicina. Desastre si tienes que combinar los calcetines de pijama con unos zapatos nuevos. No importa. Te das la vuelta y coges una rebeca. Era esto o el traje negro de fiesta del fin de semana. Miras al frente y tu reflejo te recuerda que te quites el coletero del pelo. Catástrofe total, aquello no tiene forma ni modo. Miras abajo y te das cuenta de que la camiseta dice Gran Canaria, tiene el dibujo de tres perros y lleva manchas de pintura. Maquillaje, ¿y para qué? ni intento buscarlo pero sí que rebusco en el cajón un par de gafas tan oscuras que sean negras. Peor si además tienes una hermana que está encantada de tener la cámara a mano en momentos así. Qué menos que echarle una pose a la vida y... ¡vamos, que llegamos tarde! Con tan mala suerte que, cuando sales por la puerta de tu casa te tropiezas con la vecina del primero que hace tiempo que no ves y te echa un repaso visual para ver qué tal te trata la vida (Pues, bueno... ya ves). Contienes la risa. Miras a tus hermanas y ves que ellas también contienen la risa. Salimos del edificio y nos cruzamos con unos obreros. Corro hacia el coche; lo abro; entro; ya estoy a salvo. 

Entre tú y yo, esto era lo que llevaba puesto hoy. Normalmente no soy tan hippie ni uso camisetas de guiris ni me creo que los lunes puedes llegar a tiempo pero hoy me quedé dormida...

No dejes que te pase a ti,
¡feliz Lunes!