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08 agosto 2021

La revolución: cómo pasé de blogger a instagrammer

Todos los que me conocen saben que me encanta compartir. Especialmente aquello que he cosechado durante mi propio autoaprendizaje, al margen de los libros. La vida nos enseña continuamente, casi siempre con meteduras de pata o esas situaciones en las que te quedas en plan "¿¡perdóname!?"

A diario canalizo mi sabiduría en la consulta como médica de familia. A mis pacientes receto por igual Paracetamol y gárgaras tibias de agua con sal. Creo en que "la madre" se te puede subir. Les aconsejo que pongan velitas a sus mascotas en vez de pautarles una pastilla para el dolor de su pérdida. En definitiva, he creado mi propio folclore y me siento agradecida por poder difundirlo de esa manera tan abierta.

En redes sociales creé perfiles y conté mil historias de aquí y de allí porque una amiga, un día, me sugirió que lo hiciera. Y luego me enganchó. A lo largo de tanto tiempo he visto que no solo entretiene, sino que gusta. A mi público lector le encanta lo que se comparte. La vida misma, como una novela sin fin. 

Ahora toca dar el gran salto. Tras mi aparición en el mundo de la medicina estética me he visto impulsada por una corriente mucho más poderosa que la palabra escrita: la imagen. El poder de difusión de la imagen es imparable. Así que en esas estoy, en reconvertirme para que puedas seguirme hacia la cresta de la ola. Viví el paso al año 2.000 creyendo que eso nos conduciría a un futuro abrumador y el futuro ya está aquí. 


Siempre entre tú y yo ♡ y ahora también dra_deborapita. Estés donde estés, espero que te encuentres bien y seas feliz.



 

25 abril 2021

La tarea más difícil

Cuarto propósito para el Año Nuevo, 2021.
Rescatar a la persona que quieres incluso de sí mismo. 

Últimamente he tenido bastante tiempo para reflexionar. Eso ha sido porque he estado hablando menos y cuando eso pasa me pongo contemplativa. Creo que todos conocemos la historia del príncipe que rescata a la princesa, la de la princesa que se rescató a sí misma pero, ¿alguien sabe cómo se rescata a quien no quiere ser rescatado? Si los sabes, te animo a aportar algo de luz. Porque aquí está todo muy oscuro a pesar de que el mes de Abril esta siendo muuuy soleado.

Mi sexto sentido de médico mujer con canas me permite detectar señales precoces de que algo no va bien. A veces es tristeza y otras veces, locura. Así de estrafalaria es mi vida. Cuanto más próxima a mí, más estable prefiero que sean las personas de mi entorno. Pero me ha tocado cada bicho raro... Al final, todo es ponerse y la convivencia hace que esos rasgos sean los que marquen definitivamente un vínculo eterno. Hoy me siento a darle vueltas a la cabeza para tratar de encontrar la manera de ayudar a alguien que quiero. Con lo que sé de psicología me basta para admitir que cada uno debe buscarse la vida para resolver su embrollo. Pero también me gusta creer que podemos influir en los demás de manera positiva. Por eso nos tenemos unos a los otros, ¿no? Eso es refuerzo positivísimo. 

Creo que en ocasiones el botón de insight está silenciado y ves cómo esa persona que quieres queda en un limbo que se prolonga en el tiempo. Qué angustia. Como en un laberinto que no tiene salida y en el que te pasas el día dando vueltas por dentro. Atascado. ¿Cómo podríamos generar un cambio ahí? Haría falta una descarga de energía tan potente que hiciera que esa persona saltara por los aires. Está muy bien lo de acompañar en el silencio y todo eso pero realmente por dentro quieres gritar...

 ¡¡Estarás bien!! ¡¡Lo resolverás!! Ahora mismo saldría a pelear por ti, sin dudarlo. Porque yo estoy más convencida que tú de que tienes el potencial para superarlo. Hazlo. Yo estaré a tu lado. Mírame aquí. 
Luego vuelvo a la realidad, le sigo dando vueltas a la cabeza y me acuesto en la cama. Apago la luz y cierro los ojos. Me doy la vuelta aún con la armadura puesta.

08 marzo 2021

El mes largo

Tercer propósito para el Año Nuevo, 2021.
Morderme la lengua un ratito y tener (más) paciencia. 

Para mí Marzo siempre ha sido "el mes largo". Es que mira que es pesado. 31 días. 5 semanas. Un mes gris, sin sol y a veces sin lluvia, que ni fu ni fa y encima, de ahora en adelante, el recordatorio del inicio de la pandemia por COVID19.  No te puedo dar más motivos para odiarlo. 

Lo único que me protege de la depre-Marzo es esta santa-paciencia que yo tengo. Ojalá también supiera aplicarla a la hora de hablar y no pareciera todo el rato que tengo el botón del filtro verborreico estropeado. Yo soy de hablar hasta debajo del agua, pero literal. Cuando tengo una mínima idea fugaz en mi cabeza, me pica por dentro hasta que la suelto. Por eso tengo un blog sin puntos finales entre tú y yo, bla, bla, bla... Venga, este mes toca morderse la lengua un ratito y asumir que no siempre callar implica otorgar. A veces es simplemente un acto de valentía y de santa-paciencia. 

Feliz eterno mes de mier... Marzo.

13 febrero 2021

Mujeres rotas

Esta semana ha sido un poco más dura que las anteriores. En la consulta de Medicina de Familia algunos casos requieren más tiempo, más llamadas y más trabajo. A veces también necesitamos la intervención de otros profesionales como un trabajador social. Nunca está de más que nos saquen de la medicina de libro y nos devuelvan a la tierra donde habitamos. Ese lugar en el que uno es simplemente... lo que le dejan ser

Este miércoles por la tarde me encontraba trabajando en mi consulta, como de costumbre. Sobre las 5 de la tarde terminaba el último bloque de citas telefónicas y me dirigía a la puerta para comprobar si tenía algún paciente esperando por mí. Lo intuía porque se oían voces suaves en el pasillo, entretenidas en una conversación trivial seguramente. 
Al abrir la puerta para pasar lista me llevé una sorpresa. 
Había dos mujeres jóvenes. A una la conocía, a la otra no. Una tenía 18 años, la otra estaría en sus 30. Juraría que no se conocían entre ellas pero eso no era impedimento para entablar una agradable charla durante la espera y encajar algunas risas. 
La primera en pasar, por el orden de lista, fue la mayor de ellas. Cuando se sentó en la silla de consulta, su cara cambió y sus ojos risueños dieron paso a un mar de lágrimas a punto de derramarse. No la conocía pero sospechaba que algo no iba bien. Un vistazo breve a la lista de antecedentes personales me dejaba sin pistas: es una chica que no suele acudir a consulta. De todos modos ella enseguida dejó claro el objetivo de su visita: deseaba tener cita con un psicólogo que "le arreglara la cabeza". Su tono de voz pasó de suave a enfadado, luego exigente y por último apocado, mientras exigía que el sistema le ayudara. Nos confesó que era víctima de violencia doméstica (psicológica, física e intuyo que de otro tipo) por parte de su actual pareja, que además es el padre de sus dos hijos, desde hacía años. No tenía a dónde ir. Sin ayuda de padres u otros familiares tampoco se planteaba irse de casa. La solución que ella estaba esperando de nosotros era una terapia para "arreglarla" y que no sufriera cuando su pareja la sometía a todo tipo de maltrato. El único motivo por el que había venido al centro de salud era porque él había desaparecido hacía 5 días de casa, seguramente porque estaría con otra mujer.  

Estuve un buen rato con ella aunque no quería hablar mucho. Dejé que las lágrimas se le rebosaran mientras le explicaba qué opciones tenía y qué podía obtener con ellas. Cuando se marchó no me quedó claro qué haría ahora que había dado este paso.

La siguiente paciente era la chica más joven. Su caso ya lo conocía bien. Según me había contado en la consulta anterior, con sus 18 años recién cumplidos había denunciado a su padre por maltrato físico hacia ella y su madre. Ahora él tenía una orden de alejamiento. Es una chica muy madura, buena estudiante, más bien introvertida. Ella no ha gastado ni una de sus lágrimas en la consulta. También acudió en su momento buscando ayuda psicológica para poder afrontar la situación. Era muy estresante para ella saber que su madre había perdonado a su padre, que mantenían contacto telefónico a pesar de la orden de alejamiento y que deseaban volver a estar juntos porque "su madre sin su padre no era nadie", tal como ella misma le había dicho. Tenía pesadillas todas las noches, soñaba con que su padre entraba en casa, y en su habitación, sin permiso. Esa tarde la cité solo para vernos, hablar y corroborar que en casa estaba todo en orden. Que ella estaba en orden. 

Conocía ya las herramientas disponibles para las mujeres maltratadas porque ya había tenido que usar esos recursos. Había acudido a un psicólogo. Esa tarde compartió conmigo lo contenta que estaba porque había tenido buenas notas en sus estudios "a pesar de todo". 
Cuando abandonó la consulta y cerró la puerta tras de sí tuve que hacer un descanso. Aunque sea unos minutos para poder respirar. Abrí puerta y ventana para que fluyera la corriente y se llevara el aire pesado que se había quedado allí dentro. 

Me pareció de lo más interesante que estas dos personas tan especiales, fuertes y luchadoras, hubieran acabado sentadas por fuera de mi consulta. Mostrándose, una a la otra, la fachada de protección que había creado, mientras charlaban sobre trivialidades.
Las vi tan frágiles y, a la vez, invencibles.


- o -

El DEMA es un servicio de atención inmediata para mujeres víctimas de violencia, disponible en todas las Islas Canarias, durante las 24 horas del día, todos los días de año.

07 febrero 2021

Poniendo codos

Segundo propósito para el Año Nuevo, 2021
Estudiar duro, para mí, por el placer de estudiar.

Este mes hay un evento importante: es el 36 Congreso Nacional de la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) y este año se celebra, de forma extraordinaria, íntegramente virtual. Así que toca cargar baterías, buscar auriculares y ajustarse las gafas. "Un médico no deja nunca de estudiar", ya me lo advirtieron al principio. Y así ha sido entre tú y yo

Puedo decirte que después de una carrera, un MIR, una especialidad y un Máster, estudiar es parte de mi vida. Incluso ahora que soy tutora de otros médicos, tengo un estímulo mayor aún para no dejarlo. Lo que ha cambiado durante esta evolución personal es el ánimo de recibo. No es igual cuando te imponen los profesores de la universidad un objetivo de estudio al que tú no le encuentras ningún sentido, a que seas tú mismo quien marque el ritmo de estudio y las metas. Dicen que la información es poder. No. El conocimiento es poder. Por eso no pienso dejarlo. Por eso cada vez estudio más, para mí, por el gusto de saber. 
También por el placer de ser la que más controla de la sala... 
No hay que dejar de alimentar nunca el ego. Saca pecho! 😉

21 enero 2021

Aventuras de ultramar

Liset, o "la Liseta" como la llamaban de niña, había abandonado Cuba hacía más de 20 años. Nunca había tenido especial nostalgia del lugar donde se había criado. Ni de aquellas personas con las que compartió años. No. La Liseta era una mujer de mirar hacia delante. Por eso se vino de Cuba y se instaló en Gran Canaria, donde trabaja de interina en casa de una señora mayor a la que cuida de lunes a sábado. Los domingos son sus únicos días libres y los pasa con su novio. Sí. La Liseta con casi 60 años tiene un novio desde hace casi 3. Ella dice que vive tranquila desde que consiguió el pasaporte español y lo que Dios le ha dado en esta vida, mucho o poco, es un regalo. Amén.

Yo la conozco desde el año pasado y a lo largo de los últimos meses nos hemos visto con relativa frecuencia. Cada vez es igual: ella acude por sus controles de salud y yo trato de animarla porque cada vez la veo más gris. El día que por fin me contó el origen de su pesar yo era todo oídos. 

Según me explicó, mucho antes de venir a España y siendo muy joven, en Cuba se casó con un muchacho conocido por su familia. Ella no le quería, pero se sentía protegida por el hecho de estar en matrimonio. Tenían un hogar y ella... era joven. Pensaba que no podía poner restricciones a su marido y lo más natural en aquel momento era permitir que tuviera su libertad. Sabía que veía a otras mujeres y a veces pasaba periodos largos fuera de casa, días enteros. La Liseta trabajaba de profesora en aquella época, en un colegio que le quedaba cerca de casa, y siempre tuvo entereza para hacer oídos sordos cuando algunos compañeros del trabajo le daban pistas sobre los hábitos nocturnos de su marido. Ella ya lo sabía. 

La Liseta no pudo tener hijos así que cuando su hermana del alma tuvo una niña, enseguida creó un vínculo muy especial con ella. Pasó mucho tiempo con la pequeña, le enseñó muchas cosas útiles para su vida. Aunque había lecciones que primero debía aprender ella. A medida que su sobrina fue creciendo, su matrimonio fue menguando. Ella sentía que su marido ya estaba cansado de ella. Tomaba más alcohol de la cuenta. Pasaba periodos más largos fuera de casa y cuando regresaba, discutían. Su sobrina fue testigo del duro proceso. 

Entonces sucedió algo inesperado. El marido de la Liseta, anegado de alcohol, acabó con el coche patas arriba en medio de la carretera en un tremendo accidente mortal. Ese fue el punto de inflexión para la Liseta y así fue cómo decidió dar un cambio a su vida. Se vino a Gran Canaria, se buscó un trabajo y un novio formal. 

Hace unos años su sobrina la llamó para que asistiera a su boda en Cuba. Había encontrado un hombre que la quería y quería hacerla feliz. La Liseta echó mano de todos sus ahorros y compró los mejores regalos que pudo encontrar. Volvió cargada de ilusión pero cuando llegó allí sintió una terrible decepción. Al conocer al futuro marido no vio sino un reflejo del suyo. La misma palabrería dulzona con la que la había engatusado a ella. Supo entonces que el matrimonio de su sobrina sería un fracaso. Desde entonces vive con la agonía de pensar que ha sido un mal ejemplo para su querida sobrina. 

El tiempo le dio la razón. 

Poco después de la boda, su sobrina se quedó embarazada: una niña. Lo perturbador del asunto es que el marido de ella iba a ser padre, con otra mujer, al mismo tiempo: un niño. La sobrina de la Liseta recogió lo que le quedaba de dignidad y se vino a España. Tuvo a la niña sola. El marido apareció después. Durante una semana estuvo soltando sus ideas de triunfador, habló de mudarse a Miami y vivir su sueño con esa otra familia. Con las mismas se marchó. Ahora es padre de 3 niños. Su única hija la tiene aquí, a un océano de distancia. 

La Liseta se puso triste cuando me contó la historia y yo ya no podía estar más enganchada. Le daría un "¡bravo!" por haber luchado por el interés de la familia y haber sabido alejar a las personas tóxicas de su camino. Pero ella se sentía culpable porque al final su sobrina había elegido un mal hombre, y ahora estaba sola, con una niña que no conocía a su padre. Le dije: "sé que esto te va a sorprender, pero todo lo que le ha pasado a tu sobrina ha sido solo decisión suya". No podemos vivir esclavos de las decisiones que toman otras personas, aunque nos parezca que repiten nuestros errores. Vivir es pasar constantemente por el ensayo-error. Hasta que sale bien. 

Le di un pañuelo a la Liseta, se seco las lágrimas.
Me dio las gracias y nos abrazamos con la mirada. 

06 enero 2021

Punto y aparte

Primer propósito para el Año Nuevo, 2021
Tomar consciencia de todo lo que ya tengo.

A lo mejor tú también has llegado ya a la misma conclusión que yo: que nuestro trabajo, nuestra pareja o el dinero que tengamos en la cuenta corriente no define quiénes somos. En ese caso también cabría pensar que las pertenencias que tenemos en casa tampoco lo hacen si bien es verdad que nos encanta recopilar un sinfín de recuerdos, como un eco del pasado que fue... ¿mejor?

En estos días que andamos guardando los adornos de Navidad en su caja, metiendo el árbol en el trastero y los regalos... ¡donde quepan! me pregunto si somos conscientes de todo lo que tenemos. Porque, si no somos capaces de acordarnos de todo lo que tenemos guardado en los cajones de casa, cómo vamos a darnos cuenta de lo valioso que tenemos entre tú y yo

Este año, que tiene la obligación moral de ser mejor que su predecesor 2020, ha comenzado para mí como una hoja en blanco. Ya no tengo proyectos académicos mayores, ya trabajo de lo que quería donde quería, mi familia está bien (a Dios, gracias). Qué más puedo pedir(me). Solo puedo estar tremendamente agradecida por estas cosas sencillas o que, al menos, hacen la vida sencilla.

Como no se me ocurre ninguna inquietud más por el momento, creo que empezaré haciendo algo de limpieza (interior y doméstica) porque siempre ayuda conocer nuestras fortalezas para darnos cuenta de lo que nos queda por andar y aprender. Y allá iré. A lo desconocido, a lo oscuro, a los miedos.  

Feliz semana, feliz vuelta a la normalidad, feliz año.

25 marzo 2017

NUEVO BLOG

¡Hola!

A los que tropiecen en este blog me gustaría informarles de que no va a haber más contenido nuevo en esta dirección web. Pueden leer hacia abajo todo lo que en su día se publicó aunque ya mucho de ello prescribió. A partir de ahora podrán encontrarme a mí y a mis ideas en un nuevo sitio, también llamado "Entre tú y yo": entredebpitayyo.blogspot.com.es

Hasta pronto


26 mayo 2014

Pensando en Summer

El otro día me dio por ver la película "(500) days with Summer". Como bien dice en el póster de la peli "esto no es una historia de amor, es una historia sobre el amor" y como necesito con frecuencia tirar por tierra mis propias y excesivas fantasías románticas pensé que podría venirme bien verla. Desde luego, no tiene nada de comedia romántica estándar. Esto hizo que tuviera curiosidad y llegara hasta el final de la película. 

La historia trata de un chico, Tom, que conoce a una chica, Summer, y ve en ella a su pareja ideal. Sufre un flechazo tan profundo que no hubo modo humano de sacársela de la cabeza hasta que la cosa empieza a marchar y empiezan a salir. 

Ellos representan dos prototipos opuestos, cada uno hecho a sí mismo por sus vidas y su pasado. Él por su lado es fantasioso, romántico, idealizador, (¿inocente?)... vamos, lo que somos cuando tenemos un flechazo y empezamos a oír música en nuestra cabeza, a soñar y ver el mundo en color rosa. Es fácil identificarse con él, al menos para mí. Por otro lado la tenemos a ella, es guapa, divertida, inteligente, sincera... el colmo de la honestidad. Tanto como para decirle a él desde el principio que no quiere nada serio y él está tan enamorado que acepta cualquier condición con tal de estar con ella.

Sólo por esto que te he dicho ya puedes imaginar que va a haber jaleo. Porque a las chicas decididas es difícil hacerlas cambiar de opinión, y a los chicos enamorados, menos todavía.

La peli tiene un desarrollo lento, pero ya estoy harta de historias de amor de 24 horas. ¿Por qué no darle tiempo para ver cómo evolucionan las cosas? Además, el narrador especifica claramente qué día de los 500 es el que decide contarte y con un juego de vuelta al pasado y al pasado más anterior va mostrándote los hechos y sus consecuencias. Ves cómo el mundo rosa y perfecto del amor deja paso, al acabar, al lado gris, las palabras duras y los portazos durante las peleas. 
"Just because she likes the same bizzaro crap you do doesn't mean she's your soul mate."
Si ha sido el guión más acertado, si ha sido inteligente o si te ha aburrido poco importa. Esta película ilustra el amor en los momentos buenos y los no tan buenos. Quiere echar abajo esas falsas creencias de que no podremos ser completamente felices hasta que encontremos a la persona. En eso estoy de acuerdo, la vida es muy corta y no podemos basar nuestra felicidad en una persona que puede no aparecer nunca, tampoco en el destino. ¿Qué es la vida sino un resultado de las coincidencias? Nosotros ni nadie puede tener el control de lo que ocurra. Quizá esto es lo que nos resulte menos agradable de digerir. Quizá sea preferible creer que nuestros pasos van en dirección a una meta prefijada para sentirnos más seguros cuando la verdad es que estamos constantemente en la cuerda floja. Mañana no es seguro para nadie. 
"— Y ¿qué es lo que pasó? 
— Lo que siempre pasa: la vida..."
En mi vida he sido Tom y he sido Summer. Así que hablo con conciencia cuando te digo que ninguna de las dos situaciones es agradable. No lo es ser rechazada cuando tienes unas expectativas románticas altísimas; ni lo es cuando te toca destrozar las ilusiones de la otra persona. 

En el primer caso, tal como le paso a Tom, cuando ves tus castillos en el aire echos papilla lo primero que sientes es una bofetada en la cara. Luego, viene el rechazo, la desesperanza y la tristeza. Aquí corres el riesgo de que esto sea algo más profundo cuando no te pasa una, sino varias veces. Empiezas a pensar que hay algún problema contigo, que la persona indicada no llega... La clave es ser paciente y aceptar la vida como viene y con lo que viene. 

En el segundo caso, no es fácil encontrar las palabras para marcar los límites de una relación sin caer en el eterno sólo amigos. Tampoco lo es resistirte a un abrazo, una caricia o una palabra cariñosa de alguien a quien quieres (aunque sea sólo como amigo). Por eso no le reprocho a Summer que bailara con Tom sin decirle que todo había terminado para ellos dos. Es más, admiro que tuviera el valor de volver a él para darle lo que le ayudaría a liberarse finalmente de ella: una explicación, un porque.  

Espero que leyendo esto no te quedes con la sensación de que la película es pura depresión. Al contrario. Con el final de la misma trata de enseñarnos que incluso después de una catástrofe que te consume y te destroza, siempre hay un camino entre tú y... quien sea. El mundo sigue girando y las coincidencias te siguen encontrando. Si no la has visto, te la recomiendo. A mí me ha encantado por todo lo que me ha hecho pensar. Será como dar un paseo por el parque, uno en particular.

18 abril 2014

Malas noticias


Me gustaría dedicar una entrada del blog, porque creo que la merece, a las malas noticias. 

No las que escuchamos en la radio o vemos por la tele todos los días. Me refiero a aquellas que ocurren entre tú y yo, a los que tenemos cerca y a los amigos. Vamos por la vida tan ofuscados pensando en nosotros mismos, en nuestros, nuestros, nuestros, que se nos olvida preguntar a los demás. No me digas que a ti no te pasa, porque a mí sí. Y ahora mismo reconocerlo me da vergüenza. Cómo puede pasar el tiempo sin que te enteres que a una persona que tienes tan próxima, le ha pasado algo tan terrible. Recientemente me han contado varios casos que afectan a compañeros míos, cercanos. La reacción fue todas las veces la misma. Me pregunto cómo pude tropezármelos en el pasillo de la facultad y no notarlo, ver mensajes de ánimo y no sospechar nada, cómo olvidé preguntarles... ¿cuándo dejé de interesarme por el mundo? Después de meditar cómo he podido dejar de conectar con personas que tenía tan cerca y consideraba amigos, de excusarme estúpidamente en todas las cosas que he tenido que hacer (como si ellos no las hubiesen tenido que hacer también) y lamentarme por no haberme dado cuenta de nada a tiempo, viene la peor parte: ¿Qué hacer ahora?   

Lo más fácil es no hacer nada, dejar las cosas como están. Me pregunto qué necesidad tienen esas personas de estar reviviéndolo una y otra vez. A mí no me gustaría vivir un drama personal a cuentagotas, sería una tortura que se prolonga en el tiempo. Me reafirmo justificándome con que mi relación con esas personas -compañeros de clase, no es tan íntima como para comentar con ellos sucesos tan privados. ¿Qué es lo mejor? No lo sé. Probablemente no sea el camino más fácil; pero como en tantas cuestiones de la vida, ¿quién sabe? A veces es mejor dejar fluir las cosas y, si se da la oportunidad, dejar mostrar nuestra buena voluntad. Mi apoyo y mi comprensión ya los tienen... aunque no lo sepan. 

No quiero con esto quedar como una persona maravillosa que se preocupa por los demás, que lo soy, que no es el caso. Al contrario, busco un poco de paz para mi conciencia; que me digas que a ti también te ha pasado, que me des la razón o eches por tierra mi teoría, en definitiva tu opinión. Yo también soy una persona que ha sufrido pérdidas (¿quién no?), que ha llorado por los míos y padece -como todos, los latigazos de nuestra existencia. En definitiva, las malas noticias son parte del telediario para mí y para ti. A veces se me olvida. Pienso que somos inmunes porque yo me siento así. La juventud derrocha energía y se ríe de todos. Infeliz inocente.    

09 abril 2014

Spring


Abril suele ser mi mes favorito del año. Los días empiezan a ser más largos, ¿no te encanta? Parece que podemos aprovechar más la tarde. Empieza a entrar el calor y trae consigo energías renovadas para hacer toda clase de actividades. Este año en especial, no sólo porque hemos tenido uno de los inviernos con más personalidad, sino por todos los planes que hay entre tú y yo para el futuro proximísimo. Es hora también de renovar el vestuario, guardar algunos abrigos y empezar a rescatar prendas algo más ligeras para días mucho más cálidos. Eso sí, no se me pasa por la cabeza ir a hacer averiguaciones sobre la nueva tienda de Primark que acaban de abrir por fin, aquí en Tenerife. El otro día tuve que pasar por la zona y me llevé una sorpresa al ver la cantidad de gente y marujeo que bullía alrededor. El buen tiempo ya está aquí y la gente no duda en echarse a las calles. Pero como decimos los médicos: ¡con moderación! que los excesos nunca son inteligentes. Yo por mi parte, voy a disfrutar del regalo del sol por las tardes; ya es hora de volver al asfalto, a correr sin mirar atrás y a respirar el aliento salado del mar.


06 abril 2014

Habla con tu cuerpo

El otro día hablando con mi amigo K. surgió el tema del lenguaje corporal. Si te digo la verdad la última vez que pensé en este tema fue intentado ligar en un bar. Lo clásico, ¿se acercará él? ¿me tropezaré yo? ¿quién guiñará el ojo primero? Bastaron unas pinceladas sobre algo que él había leído para hacerme pensar en qué clase de mensajes transmito a los demás. Y a falta de vida lúdico-social, decidí llevar estos pensamientos a mi campo de experimentación: mi vida diaria, es decir, al interior de la Consulta. 
Dicho esto, también puede ser conveniente aclarar para los profanos de la medicina, que los pacientes esperan del médico que sea su amigo, su consejero, su psicólogo, su vidente, su terapeuta, su entrenador personal, su dietista, su enciclopedia parlante, su abogado, su confesor y a saber qué más. Hay que ver el poder que conlleva ponerse una bata blanca. Le hace a uno sudar. Precisamente por esta razón, muchas veces la empatía puede ser la mejor receta. Y así, el médico se convierte en todo aquello que el paciente necesita; es la cara del conocimiento, de la paciencia y de la asertividad. Creo que tengo razones de peso para querer evaluar qué clase de comportamiento tengo en la consulta. 

Normalmente los estudiantes no tenemos que escribir nada en el ordenador de la consulta, así que podemos mantener contacto visual con los pacientes en todo momento. El problema está en que a veces los pacientes no te miran hasta que el médico te habla o siendo más directo, te presenta comentando algo del tipo "hoy tenemos a una estudiante, está casi acabando". Pero si no hay tal introducción, probablemente la persona que hay al otro lado de la mesa no repara en ti hasta que se da cuenta de un hecho universal: que el médico tiene que escribir todo en el ordenador y para eso necesita los ojos, con lo cual, automáticamente deja de mirar al paciente. Entonces como buscando apoyo, confirmación o voto de confianza, los estudiantes pasamos a existir. Que soy amable, me han dicho. Que no deje de ser así, porque los pacientes agradecen que los médicos seamos sensibles. Ciertamente, hay cada elemento por ahí... Yo lo he experimentado como paciente también. A la gente le gusta que la miren, escuchen, toquen. Una mano en el hombro puede dar mucho confort. Una sonrisa, una postura tranquila, abierta y segura. Eso es lo que buscan. Y es lo que trato de darles. 

Que no siempre lo consigo, también es cierto. Hay días tan malos, que termino aguantándome la cabeza con el brazo porque de otra manera, me caería de sueño/cansancio/hambre/cólicos. Esto nos pasa a todos. Pero piensa en lo bueno que es transmitir nuestro lado más positivo: no sabes el poder que tiene. Ayudar a sentir mejor a los demás, nos hace sentir bien a nosotros también. No requiere un gran esfuerzo. Seguro que ahora que lees esto, estas preguntándote qué tipo de mensajes envías. Revisa cómo hablas entre tú y yo cuando no hablas con palabras. Mientras tanto...

24 marzo 2014

Sobre la marcha

     ¡Hola a todos! 

Feliz Año Nuevo, feliz San Valentín y por qué no, feliz cumpleaños, (si es el caso). Mirando la última vez que estuve por estos lares, no había ni entrado el 2014. Esto no puede ser. Y te preguntarás, a cuento de qué, vengo ahora a comentar contigo el qué. 

Pues es lo de siempre, demasiado estudio agota a cualquiera y cuando se rinden las barreras que son nuestras defensas, quedamos desarmados. Ante ¿qué? Pues hay respuestas infinitas. En días buenos como el de hoy te podría dar razones para creer de nuevo en la buena fe de las personas. Otros días, bueno... eso te lo cuento otro día. Hoy me han recordado lo importante que es sentirte bien y además, ser capaz de transmitirlo. Dentro y fuera de la consulta, una palabra, un gesto, una sonrisa entre tú y yo pueden significar un sinfín de sensaciones. Teniendo un pensamiento tan positivo en mente, cómo no iba a compartirlo contigo. Espero que sigas ahí y que seas feliz. Estaré por aquí ;)     
   

28 agosto 2013

A fondo


Cada día me sorprende más la lentitud con la que me descubro a mí misma. Parece que a medida que pasa el tiempo se abre mi apetito por todo lo nuevo. ¿Acabamos alguna vez de conocernos? Estos días he estado explorando bajo el agua. En la playa cerca de casa, con aletas, gafas de buceo y tubo casi parecía que sabía lo que hacía. Nadie notó que era la primera vez, salvo yo. Sumergida, nadie pregunta por mí, ni se fija en lo que llevo ni entabla conversaciones absurdas conmigo. Y hay tanto que ver... hay tanto bicho ahí abajo, es increíble. Bajo la superficie hay un mundo entero por explorar y ni siquiera nos damos cuenta. Para mí está cada vez más claro que no hay un "nosotros" estático, con cada experiencia crecemos un granito de arena más. Y cada día nos trae nuevas oportunidades de expandir la línea de nuestras limitaciones, si queremos. Por eso, precisamente, no dejamos nunca de conocernos a fondo entre tú y yo

21 junio 2013

... . .- .-.. . ...

Estoy por jurar, que el 99'9% de nuestros problemas con otras personas se basa en malinterpretaciones de señales, externas u omitidas.
Constantemente me sobrevienen situaciones en las que tengo que lidiar con el conocido "¿tú qué crees?" o "¿qué te parece?". Ser directo es una habilidad de pocos. Guardar las apariencias está ampliamente aceptado como método para prolongar amistades, relaciones y/o demás interacciones entre simples mortales (humanos, perros). El problema es que a nadie le gusta que jueguen con sus sentimientos y por dentro, en realidad todos pensamos "oye, si tienes algún problema conmigo, prefiero que me lo digas a la cara". No nos gusta tener que adivinar y cazar indirectas es un deporte aburrido. Digamos -por decir, que de todos los casos posibles, la mitad prefiere archivar, olvidar y seguir; la otra mitad no tiene esta capacidad y se enfrentará a la situación o de lo contrario, moriría de angustia antes de tener que seguir tragando guardando. Quién te parece que resolverá antes su conflicto. No está claro. Lo mejor es ser pragmáticos y actuar acorde a las señales.

Pero maldit... Nadie lleva escrito en la frente cómo se siente y confiamos en lo que creemos que sabemos e intuimos sobre esa persona para dirigir nuestra táctica. Entre parejas, las señales se convierten en un lenguaje secreto. Te dicen qué, te dicen cómo, te dicen cuándo. Te dicen tanto. Y es muy bonito pensar que cuanto más conoces a una persona, más fácilmente llegas a aprender su idioma. La catástrofe empieza cuando la A (de amor) que dices, se convierte en la B (de berenjena) que él entiende. 

Por esto mismo, me jacto de ser pro-directa y libro abierto. En ambos sentidos leo en los demás y me gusta que los demás vean en mí, lo que cada situación me hace sentir. Así he acabado siendo un torbellino de emociones, las tuyas y las mías, juntas recorriendo las vías sensoriales que me arrastran a la locura. Si tienes que decir algo, sólo dilo; pero no dejes que las señales te engañen si aún necesitas libro de instrucciones para saber cómo funciono.    

TÍTULO DEL POST: "Señales" escrito en código Morse. 
Encuentra abreviaturas, signos, traductor y más aquí. 

19 junio 2013

Sr. Patata

Existen personas de toda clase y condición. No dirás que hay una idéntica a otra y sin embargo, hay patrones que se repiten y condiciones que subyacen -comunes, entre varios sujetos. 
Últimamente, con esto de estar de vacaciones y desparramar tiempo libre por todos lados, me ha dado por etiquetar a algunos de mis sujetos. Esto ocurre por ejemplo, con el que yo llamo Sr. Patata. Me refiero a ese muñeco relleno de tierra, al que le crece pelo si lo pones en agua. Claro que esto te lo cuento por lo que hay entre tú y yo, sin pretender juzgar lo que opino porque yo soy la primera que defiende que debemos ser lo que somos. Parece haber palabras diseñadas para esta clase de personas: conformista, estancado, dúctil. Pocas cosas les sorprenden y aquello que lo consigue, sólo alcanza arrancar un amago de reacción. Circunspecto, comedido, inamovible. Son personas que esperan, eternamente, a que algo les suceda. Prefieren ser dirigidos a dirigirse. Trazan sus planes siempre hacia sitios que tienen al alcance de la vista. Voz pasiva, asiento de pasajero, viajes cortos. Llevan pocos adornos. No leen; ni libros ni las señales que puedas darles. Gentil, tierno, manifiesto. No ama porque el Amor implica desbordarse y este tipo de persona no sabe cómo desprenderse de sus límites, que lo definen. Seguro que conoces a alguien así, ¿no?.

14 junio 2013

Cautos, cuentos y otros eufemismos

- "Van a aumentar las retenciones del sueldo"- y esta frase sólo podría asustarme tanto viniendo de mi padre -sin ánimo de despersonalizarlo, única fuente de ingresos en mi casa.
Vaya, la amenaza de la crisis se hace algo más tangible a medida que avanza el año mientras mi padre se suma a los centenares de pacientes con insomnio y ansiedad que se medican en los centros de salud a diario. Con detonantes como este, no se puede pretender que nos funcione girar la cara en otra dirección sin prepararse para recibir algún golpe. Pero no caigamos en la hipocresía de no creer en nuestra solvencia cuando hay familias que no gozan de tal holgura. Somos la clase media, próxima a la extinción.

Por qué cuento todo esto; porque sin duda la humanidad de las personas a mi alrededor se está lastimando. Y con este aura de miedo y preocupación no hay alma que pueda entregarse a sí misma ni crecer, si no es bajo el yugo de una sociedad discapacitante. En años, veremos el resultado de todo esto y sin duda diremos maldito el día que no nos dejaron seguir cultivándonos y nos empujaron a una existencia aberrante. No tengo el paradigma absoluto de la normalidad, pero esta situación sin duda, no lo es y los perjuicios no tardarán en llegar.

Los valores que un día nos dieron amparo, poco valen ya. Nadie mira por nadie, no se comparte y casi no se presta, la humildad es sólo otra palabra llana que no vale ni un acento. Necesitamos ser rescatados. Necesitamos que el mundo comprenda. Necesitamos implicarnos. Hubo una época en que la libertad significaba algo... Para mí ser libre es tener poder de elección y en tanto quiera alguien privarme de él, con más firmeza lo defenderé para poder decir un "no" exento de explicaciones, poder salir o decidir quedarme siempre y en todo momento. Esto fue lo que me enseñaron y me pareció justo, así que lo integré para que fueran las palabras que me definan. No es ninguna exclusiva, la libertad se cotiza bien en el mercado pero los que se jactan de disfrutar de la misma suelen ser los que sólo han llegado a probar su versión demo.

Además, no es difícil darse cuenta de que el hombre pierde su capacidad de interactuar con el medio -paradójico en la era de las redes sociales. Las relaciones interpersonales se han complicado desde el día en que nuestro lenguaje corporal iba dirigido a un cacharro -llámalo ordenador o teléfono. Llegar a otra persona, conocerla, es una tarea laboriosa, difícil y no dispensado de sorpresas. A menudo la gente no es lo que uno pensaba o, más bien, lo que la tecnología te había hecho pensar que era. Por esto, cuando alrededor todo está fuera de control, lo más inteligente que se me ocurre es mirar al interior.

El viaje más genuino que podemos emprender es hacia el centro de uno mismo y en esta cruzada me encuentro inmersa estos días. Eso sí, hay que pagar el precio y una habitación individual vale más cara que una doble, separarse por momentos de la corriente para poder detenerte y observarte es elemental pero no todos están dispuestos a aceptarlo como tú y yo, la soledad es una incomprendida. Para el viajero, descubrir las cosas que le gustan le facilitan muchas tomas de decisiones; le hace buscar y consecuentemente, encontrar. Como se dijo "el secreto está en el caminar, y no en la dirección que se lleva, pues, ciertamente, el que busca un camino espiritual, ya lo ha encontrado".



Así es como la esfera espiritual pasa a significar algo nuevo para mí, a través de una película que no tiene nada de particular... Hollywood tiene respuestas para todo. Se titula "Come, reza, ama" y seguramente la recuerdas por el boom que causó cuando se estrenó; puso de moda la pasta italiana, el Yoga y la filosofía new age. No es que haya adquirido una espiritualidad prefabricada pero ver cómo los otros dan por provechoso el alejamiento del exterior y el acercamiento al interior me hizo querer probarlo por mí misma. Recuerdos cruzados se me pasan por la mente, me guío por mis instintos y por mis deseos. Sin saber cómo, algo me hizo coger de nuevo un libro y recordé lo delicioso que me era la lectura. Me perdí entre cientos de páginas y ahora mismo estoy empezando a hojear mi quinto. No por esto me considero más; más sabia, iluminada o portadora de razones más poderosas para nadie excepto para mí. Sin duda ha sido un cambio favorable pasar de "los demás esperan que yo haga..." a modo "yo considero" o "a mí me apetece". De algún modo siempre lo hice, pero nunca con tanta seguridad como ahora mismo.

04 marzo 2013

Jugando a princesas



El otro día estaba MUY aburrida y me dio por ponerme a hacer tests de una página para solteras aburridas. De uno de ellos saqué la siguiente conclusión acerca de mi personalidad. Es bastante acertada simpática.   
"Sra. Cuidadosa y Caprichosa, no te gusta estar sola, pero esa no es razón para acabar liada con alguien que no satisfaga tus expectativas. ¡Y tienes unas cuantas! Sabes cómo tiene que ser el hombre con el que estés pero, sobretodo, tienes claro cómo no debe ser. ¿Slips y camisetas interiores de tirantes? ¿Uñas sucias, dichos machistas y amigos extraños? Te irritas con facilidad y desapareces, así de fácil. En caso de duda eliges huir. Eres consciente de que, de vez en cuando, pasas por alto o desechas a alguna potencial pareja. Pero no por ello piensas renunciar a tus grandes expectativas. Puede haber varias razones para ello: que has tenido malas experiencias, que tienes caprichos de soltera y, si eres sincera, no quieres comprometerte."
¿Puede alguien conocerme mejor sin conocerme? Saben todos que me dedico a buscar esa probabilidad entre 1 millón acaso exista, no lo sé. No hay nada de malo en ser ultraselectiva (como las vagotomías en Digestivo). "Pero Deb, ¿se irá algún día la princesita de cuento?" -me puedes preguntar. La respuesta entre tú y yo es, absolutamente no. 

28 febrero 2013

Me inspira


"La vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia".  
              Vivien Greene