05 junio 2011

The good wife

La recomiendo. La recomiendo... ¡La recomiendo!

       Si alguien me hubiese dicho hace tres semanas que en este momento estaría escribiendo esta crítica; no le creería. De hecho, hace tres semanas ni conocía de la existencia de esta serie, pero es que era mayo y aún estábamos despidiendo a la 7ª Temporada de Anatomía de Grey. Normalmente tras el cierre de la temporada, con los exámenes por medio, me dejo de pasatiempos y me olvido de las series hasta que llega el verano y tengo algo más de tiempo libre. No algo más; sólo tengo tiempo libre. 

       Por algún motivo, este año ha sido distinto. Creo que ocurrió un día que trataba de elegir una película para ver con la familia. Siempre me han gustado los dramas legales así que todas mis propuestas eran películas de juicios. Mi familia estaba ya cansada de ver siempre las mismas pero es que, no hay tantas películas de este estilo así como hay millones de comedias. Esta revelación me llevó a pensar: "ey, ¿por qué no probar con una serie? al menos será algo más que 2 horas". No sabía por dónde empezar a buscar, así que navegué durante un buen rato, leyendo críticas, blogs... vamos, me informé. Eché un vistazo a varias opciones que parecían interesantes (entre ellas Ally McBeal) pero que fueron rápidamente descartadas; estaba ya a punto de desistir cuando di con la buena...


       Estoy muy contenta de haber dado con esta serie. En sólo dos semanas: dos temporadas que me han capturado y absorbido hasta el punto de considerarla una de mis favoritas (por no decir mi favorita y caer en el sesgo). Desde el primer capítulo piloto, Alicia Florrick se convirtió en mi heroína y amiga.

       Ella es una buena mujer: ama de su casa, fiel y amante esposa. Trágicamente la vida de Alicia da un vuelco cuando su marido -alto cargo del estado- se ve perjudicado por estar implicado en asuntos de corrupción y prostitución que le cuestan la cárcel. 


       A partir de ese momento, Alicia tiene que tratar de recomponer las piezas que antes formaban su vida. Ella y sus dos hijos adolescentes se trasladan a un apartamento en el centro de Chicago, próximos al bufete de abogados para el que empieza a trabajar como asociada junior: la firma Stern, Lockhart & Gardner. Uno de los socios es su antiguo compañero de facultad: Will, que al tenerla en su equipo, vuelve inevitablemente a tener sentimientos hacia ella. Pero no está todo hecho hasta aquí, tiene como competencia por la plaza de asociado a un joven y audaz abogado. Asimismo, con cada episodio Alicia deberá enfrentarse a un nuevo caso que es investigado y llevado a juicio. Para terminar, como último aspecto de este drama legal, tenemos de fondo los intereses políticos del marido: Mr. Florrick. Se presenta un sistema legal que es imperfecto, no incorruptible y por supuesto, injusto hasta que se demuestre lo contrario ¿quién esperaba menos? Aún así, hay algo de espacio para la verdad, los hechos y la objetividad.

       En un mundo en el que la justicia se sirve fría y no siempre parcialmente; la política hace trampa a sus jugadores y Alicia está decidida a pelear sin descanso por sus objetivos: familia, trabajo, amistad y amor; todos los elementos que componen esta historia se enlazan armoniosamente para atraparnos irremediablemente. Claro que se encontrará con obstáculos por el camino; pero sabiendo que la vida no está exenta de ellos, luchará hasta el final. 

       A lo largo de cada temporada vemos como el personaje principal va transformando y madurando su personalidad. Se erige como una mujer fuerte, independiente, luchadora, competente, entregada y asertiva. Ella es una mujer corriente; con un marido: Peter Florrick. Este hecho hace que en muchas ocasiones, sus actos se vean influenciados según intereses políticos ajenos a su voluntad. Pero aún así, lucha por tener su propia voz; no sabe muy bien cómo tiene que hacerlo pero no por ello deja de intentarlo. 

       Cobran gran importancia los matices. Aprecio que esta historia no se trate de buenos o malos, negro o blanco... Alicia con sus conflictos diarios y sus dudas se hace más cercana y se convierte en amiga, porque todos tenemos dudas respecto a lo que está bien y mal, sobre qué hacer, qué hombre amar... Nadie te advierte si una decisión es correcta o no antes de tomarla; pero no por ello dejas de elegir. Al elegir te abres camino y, entre tú y yo, el de Alicia creo que merece que le eches un vistazo.  

¡Feliz fin de semana!    

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